AM
Me levanto temprano con todas las pilas, la energia, el viento,
Todo se siente diferente hoy.
El aire sabe a lucha,
El desayuno extra espaicy hoy.
Saludo a mis plantitas,
a mi dragona,
A mis rumis,
Es 8M pienso, y doy gracias por tenerlas en mi vida.
Respiro hondo.
Pongo mi playlist de guerreras de Abya yala,
Me preparo para salir, harta y animada,
Con rabia en los ojos y fuerza en el pecho.
El día esta soleadito, las calles vacías, casi siento escuchar los gritos de mis hermanas, amigas, vecinas, abuelas y tías a miles de kilómetros,
Rebotando imagino por las calles de Phoenix, al ritmo de los tamborazos y de los pajaritos cantores, las voces bogotanas, puneñas, cariocas, hermosillenses, van sonando en una sola voz.
PM
Siendo sincera siento que nunca he creído en el cielo,
Pero si me matan, me gustaría ir al país de las mujeres.
Me darían la bienvenida Gloria, Juana, Anita, Berta, Toñita, Yeraldí, mi bisabuela y Lin.
Nos sentaríamos a beber café, té y agua pura en una mesa grande y redonda de madera, donde quepemos todas.
Ahí comeríamos los mejores manjares, jugosos, riquísimos, llenos de nutrientes y vacíos de cualquier culpa.
Me encanta pensar que sería el mismo lugar al que los perritos, gatos y animales llegarán después de pasar por la tierra. La shyla, la thurin y la ratita correrían hacia mí y con muchos saltos y lágrimas en los ojos las recibiría en mi pecho.
Nos curaríamos y acompañaríamos las unas a otras a través de las risas a carcajadas, danzas descalzas y plantas curativas.
Tendría un espacio donde estar en el silencio, disfrutando a solas, aunque mi corazón siempre se sentiría lleno.
La pasaríamos genial, brutal, maravillosamente.
A veces y cada Día de los Muertos, rondaríamos por el mundo carnal, asustando machos y jalándole las patas a los violadores y transfóbicos sin dejarlos dormir. Respaldando amigas y encontrando hermanas.
Fantasmas de las navidades pasadas retomando justicia. Porque nos cuidamos todas.
Después, feliz y con el corazón bien grande y contento, visitaría a mi mamá a mis hermanas y a mis amigas, abrazándolas mucho y diciéndoles que no se preocupen, que estoy muy a gusto en el país de las mujeres.
Por hoy, me siento afortunada de seguir con vida, de poder respirar y exigir justicia por las que ya nos quitaron, porque las extrañamos mucho, porque nos faltan a todas.
Apretando a mis amigas y mis hermanas que aun están conmigo,
Por un país de mujeres, donde todas seamos libres.
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