
A Rebeca Eunice Vargas Tamayac la bautizaron así en honor a su tía, desaparecida por el gobierno del dictador Ríos Montt en Guatemala. Nació gritándole a la vida en 1984 y desde entonces ha sido incorregible. Trató de estudiar sociología, pero abandonó el mundo académico por machista y elitista. Sus primeras influencias en el rap provienen de Estados Unidos a principios del 2000. Sería después cuando por fin se sintió identificada con el idioma, el estilo y el mensaje de otra grande del rap en español, Ana Tijoux.
Fue activista desde temprana edad casi sin saberlo. Conocedora de la sociedad guatemalteca y difusora de la cultura y el arte por medio de su programa de radio, se enamoró de la contracultura juvenil y revolucionaria que denunciaba las consecuencias de la dictadura recién derrocada en forma de letras y hip hop. Entonces decidió cantar.
Rebeca Lane cuenta con una discografía que data desde el 2013 con Canto, le sigue Poesía venenosa en 2015, Alma mestiza el siguiente año y Obsidiana en 2018. Desde entonces ha lanzado varios sencillos y también es autora del libro de poesía Hierbamala, publicado en 2019. Cada una de sus canciones toca temas sensibles y humanos que la atraviesan como latinoamericana, guatemalteca, mujer, descendiente de indígenas y ahora como mamá con su más reciente álbum: Florecer.
Esta nueva producción discográfica salió a luz el primero de abril del 2022, a los 6 meses de que Rebeca hiciera llegar al mundo a su pequeña Valentina. Así pues, el trabajo creativo de estas canciones se dieron en ese momento de amor y deseo: el camino hacia la maternidad deseada. Sus letras están plagadas de ese profundo amor que la autora la profesa a su bebita recién nacida, como en la canción de cuna que le dedica: “Ajonjolí”. En ella explica el nombre del disco
“Florecer, tu amor me hace florecer / nueve lunas en mi vientre te vieron crecer”.
Rebeca comenta en sus redes sociales que ésta es una de sus canciones favoritas, pues la escribió en sus primeras semanas de posparto: “mientras le cantaba canciones de cuna a Valentina para dormir. Recuerdo la primera vez que la vi en un ultrasonido, era apenas un corazoncito palpitando y tenía el tamaño de una semilla de ajonjolí” Y así menciona cómo Valentina la eligió a ella para hacer su casa adentro:
“palpitan dos corazones unidas por un cordón / con el que alimentamos nuestro gran amor”.
“Yo te elegí” es otro de los temas en los que habla sobre la maternidad deseada y las dudas que pueden surgir en ese proceso: “la escribí en medio de la intensidad de la emociones en el postparto, donde una está tan cansada y adolorida que cree que no puede más y de repente ves a tu cría dormir y llorás de amor porque nunca habías amado tanto a nadie”. En esta canción, la autora revela cómo podemos ser madres después de los treinta años y disfrutarlo a pesar de los juicios que el mundo nos lanzará:
“Pasé muchos años disfrutando estar sola / con mi casa a cuestas como una caracola / viajando con mis sueños en una maleta / cumpliendo mis metas, cantando poemas”.
Y solo nosotras podemos decir cuándo estamos listas para ser o no ser madres:
“Y tú llegaste en el momento adecuado / cuando te anunciaste ya te había deseado / y en uso de mi libertad / te elegí para esta vida juntas caminar”.
Rebeca también señala que al ser madre primeriza no todo es maravilloso como nos quieren hacer creer:
“no voy a negar que tuve miedo / ¿será que esto es lo que yo quiero? / ¿será que soy mala feminista? / ¿será que se puede ser mamá y ser artista? / Y la ilusión fue creciendo con mi vientre / miedos que no conocía se hicieron presentes”.
Cada maternidad es única y cada quién la vive y enfrenta de la manera en que puede:
“y al tenerte entre mis brazos / nada era como lo había esperado / noches sin dormir, dolores a mí / y una intimidad que poco a poco / se empezó a construir”.
Este mundo de cambios a los que las madres tratan de adecuarse en la espera de nueve meses parece ser poco tiempo para todo lo que enfrentarán:
“ahora tengo nuevas cicatrices / y con tantos cambios a veces me siento triste / cambió mi cuerpo, cambió mi alma / a veces lloro para tener calma”.
Pero, finalmente, Rebeca nos revela que nunca había sido tan feliz y que quiere amarse a sí misma tanto como ama a su bebé.
El amor propio es otro tema importante en Florecer. “El amor de mi vida” y “Darme love” hablan de que somos dueñas de nuestro propio cuerpo, de nuestro tiempo y de nuestro propio placer. El autoconocimiento es un punto crucial para ambas canciones: saber qué nos gusta y complacernos para sentirnos cómodas con nosotras mismas, para compartirnos o no con alguien más si así lo deseamos:
“Cuando descubrí el placer / no quise vivir más otro día sin sentirme bien / en paz conmigo misma / y sentirme cómoda en mi piel”.
Además de la maternidad y el amor propio, Rebeca Lane nos regala dos temas donde regresa a su tono de lucha: “No es no” y “Nos queremos vivas”. En la primera canción nos recuerda que el deseo es importante para aceptar cualquier propuesta, la insistencia y la coacción también pueden devenir en manipulación:
“Si no digo sí, entonces es un no / ¿es tan difícil entender que no es no?”.
Y en “Nos queremos vivas” retorna a la lucha diaria que vivimos como mujeres en este mundo de peligros:
“Nos queremos vivas / no daremos paz hasta que haya justicia”
Incluso el video oficial está inspirado en las niñas que tomaron las calles de Guatemala en sus bicicletas el 13 de febrero del 2021 en protesta por las desapariciones y el feminicidio de una niña de 8 años.
Así pues, Rebeca regresa triunfante a las plataformas digitales y de manera física con su nueva producción después de 4 años sin un disco completo, una pandemia y una bebé. Muchas cosas han cambiado a casi 10 años de empezar su carrera como rapera y artista, pero algo es indiscutible: Rebeca siempre lleva a nuestros oídos los temas que merecen ser reflexionados y discutidos entre mujeres y en nuestra comunidad. Por que la lucha por la dignidad humana y la maternidad libre es constante y diaria, Rebeca y Florecer siempre serán una fuente inspiración para quienes buscamos conectarnos con esa lucha, su mensaje y el deseo de libertad.
Sigue a Rebeca Lane en todas las redes sociales para estar al pendiente de sus lanzamientos y eventos; y si no la has escuchado, ahora es el momento ideal. ¡Cuéntanos qué te pareció!
Comments