"Tenemos que reír. Porque la risa, ya lo sabemos,
es la primera evidencia de libertad"
Rosario Castellanos
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Uno de mis mayores placeres en la vida es reír y hacer reír. Quizás es por lo que dice mi admirada Chayito Castellanos, una muestra de libertad gozada. Recordar esas palabras en espacios feministas es alentar otras formas de llevar los mensajes, en un panorama que aún es desconsolador: los feminicidios en la nota roja, los abusos patriarcales disfrazados de justicia y más.
Así que, ¿cómo nos aliamos para resistir y reapropiarnos de nuestro derecho al goce en la vida?
Hay múltiples opciones, pero para mí, el sentido del humor tiene un lugar especial.
Crecí en el norte de México con la fortuna de estar rodeada de personas diversas, lesbianas principalmente. Desde los 13 años comenzamos a crear un lenguaje entre nosotras para reírnos del machismo del entorno, por ejemplo, parodiando al macho sonorense promedio. En nuestros propios códigos hemos reivindicado políticamente las palabras con las que en nuestras vidas han pretendido insultarnos.
Es decir, nos las apropiamos para darle otro significado, así creamos un ambiente de confianza que nos permite reírnos de nosotras mismas y, de paso, nos re sanamos algunas heridas emocionales. Esos espacios se han convertido en un refugio, los dolores salen entre lágrimas y risas, despejamos la neblina, aunque sea por un rato y nos vamos más ligeras.
El humor es una mezcla entre la sensibilidad, la inteligencia y la creatividad. El humor feminista en particular es una herramienta perfecta que nos ayuda a reafirmar nuestro derecho al goce, a la risa, al placer y a la celebración compartidas.
En él existe una potencia política para señalar las incongruencias del sistema, se burla del patriarcado en su cara y los sistemas de poder que le subyacen. Así, reír para mí es también un acto de resistencia feminista.
Entre las feministas que utilizan el humor, tenemos a Irantzu Varela. Llegó a mí en forma de videoclips donde su ingenio e inteligencia nos dan una herramienta potente para esclarecer conceptos feministas con buenas dosis de risa. Ella habla desde el contexto español y expone las machiruladas de su cultura, las cuales son bastante similares a las que vivimos en este país.
A propósito de eso, en nuestro territorio mexicano, tenemos a otras dos mujeres geniales que son referencia de cómo hacer humor feminista. Cynthia Híjar y Carmina Warden, quienes dieron a luz en 2016 a Nacho Progre, una sátira que surge desde el humor feminista para señalar las incongruencias de los varones que, en su discurso de aliados y feministos, continúan replicando violencias machistas.
Híjar dice que la risa sale muchas veces de una verdad incómoda, y Nachito es una muestra de ello: hombres que utilizan los discursos de los feminismos de los dientes para afuera. Gran ironía es que este personaje fue plagiado por @miguelendeconstrucción, un vato que habla sobre los varones en deconstrucción y se aventó el bropropiating utilizando primero @ignacioendeconstruccion que se asoció con el personaje popular, Nacho.
Estas mujeres son mis referentes para hablar de la importancia de la risa en la escena feminista actual. ¿Conoces a más? No dudes en compartirnos su trabajo, reír en tiempos de crisis no solo es importante, sino necesario.
Si quieres saber más sobre el tema y por qué la risa también es una cosa seria, te invito a ver estos dos videos:
Reír entre morras es fabuloso, siempre me siento renovada al pasar tiempo con mis amigas y como sanamos juntas ✨💖