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Valeria Luiselli nació el 16 de agosto de 1983 en la Ciudad de México, pero pasó su infancia y su adolescencia en Costa Rica, Corea del Norte, Sudáfrica e India. Es autora de los ensayos Papeles falsos (Sexto Piso, 2010) y Los niños perdidos (Sexto Piso, 2016), así como de las novelas Los ingrávidos (Sexto Piso, 2011), La historia de mis dientes (Sexto Piso, 2013) y Desierto sonoro (Sexto Piso, 2019).
Sus textos están basados en su visión y experiencia por el mundo, atravesando las políticas de migraciones. Actualmente vive en Nueva York y desde ahí se ha posicionado en varios oficios para ayudar a los movimientos e instituciones que apoyan a que los migrantes latinoamericanos tengan un proceso legal más llevadero. Por ejemplo: traductora y tallerista.
“Es imposible vivir en los Estados Unidos, siendo hispana y no estar constantemente encabronada y preocupada por la realidad política, económica, de los migrantes en este país.”
(Entrevista Poplab, 2020).
En mis recomendaciones siempre estarán algunos libros de Luiselli, tal como Los niños perdidos, Desierto sonoro y Papeles falsos. En este último encontramos reflexiones de temas diversos y en torno a los lugares que visita desde la perspectiva de la autora. Tales reflexiones se acompañan siempre de literatura e historia.
Algunos de los textos que rescato del libro son: “La habitación y media de Joseph Brodsky” y “Dos calles y una banqueta”. En el primero se habla del recorrido de Valeria por el cementerio Di San Michele, es ahí donde encuentra las tumbas de Joseph Brodsky, Ezra Pound, Igor Straninksky, entre otros. Hay reflexiones sobre la muerte y la vida de los personajes que ahí yacen.
“Vista desde un avión, la isla del cementerio podría parecer un enorme libro de tapa dura: uno de esos diccionarios robustos, pesados, donde descansan eternamente las palabras como esqueletos en descomposición”.
En los capítulos posteriores, incluido “Dos calles y una banqueta”, la autora relata su estancia en algunas ciudades de México. Durante sus recorridos por calles y edificios hay una nostalgia histórica de cada lugar. Mis capítulos favoritos son cuando está en la Ciudad de México, ya que en las palabras de la autora hay, sin duda, mucho cariño.
El libro Los niños perdidos, un ensayo en cuarenta preguntas, comienza con la historia del proceso migratorio de Valeria y su familia. Durante el proceso para obtener sus documentos de residencia, la autora acude a los servicios de una abogada, quien tiene que renunciar a mitad del caso de Luiselli, ya que ha decidido ayudar a la ola de niños migrantes que se encuentran atrapados en la frontera en una situación legal desfavorable debido a los cambios migratorios del gobierno en turno. Es aquí cuando la autora se adentra al cruel, doloroso e injusto proceso legal que atraviesan los niños centroamericanos al llegar a Estados Unidos en busca de una oportunidad vital, ya que en sus lugares de origen pasan hambre y miedo porque algunas organizaciones delictivas los persiguen para reclutarlos.
Valeria se convierte en una de las encargadas de entrevistar a los niños en español para después traducir sus respuestas al inglés, de acuerdo con el proceso que deben llevar con los abogados. Dependiendo de qué tan trágica sea la historia, los niños pueden quedarse en el país como refugiados, pero las reglas se vuelven más duras ese año y las historias deben de ser verdaderamente desgarradoras para que las autoridades decidan recibirlos en el país. Cada historia es verdaderamente desgarradora, pero para los niños es difícil contarla, ya que no cuentan quizás con un vocabulario tan violento como lo que han tenido que pasar en sus pocos años de vida.
Este ensayo es para mí uno de los libros más reveladores de los últimos años. La situación que se vive en las fronteras de México y Estados Unidos, así como la travesía de La bestia a la que se arriesgan los migrantes están llenas de injusticias que deben de conocerse para acabar lo más pronto posible con ellas.
Después de escribir este ensayo, Valeria Luiselli publicó la novela Desierto sonoro. En ella narra la historia de un viaje largo que la autora hizo con su familia y presenta el tema de los migrantes de una manera más extensa y detallada. La novela es narrada por diferentes voces en la familia y, muy al estilo de Luiselli, está llena de referencias literarias. La mirada y la narrativa de esta autora se enfocan siempre en escritores y artistas, así como personajes migrantes y sus experiencias con el proceso de adaptación.
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